Aun no nos reponemos de la tremenda noticia,
nuestra hija salió embarazada!!
Estamos aún conmovidos, realmente impresionados porque creíamos que ella confiaba en nosotros, nos invade la decepción, la tristeza, no sabemos a quien recurrir. Pensamos que ella arruinó su vida y juventud, pensamos en nosotros, en toda la familia que se nos vendrá encima, en los vecinos y en el qué dirán.
Es normal que nos cuestionemos sobre la labor que ejercimos como padres ¿en qué fallamos? nos preguntamos reiteradas veces, el sentimiento de culpa nos invade y buscamos un responsable para esta “desgracia”. Casi siempre la causa apunta a la falta de información adecuada sobre temas de sexualidad y sobre métodos anticonceptivos, muchas veces es por la escasa comunicación efectiva que hay entre los padres e hijos.
La primera pregunta que surge es ¿y ahora qué hacemos?... Tenemos que buscar soluciones, es cierto que las emociones nos paralizan pero sin embargo debemos actuar de inmediato.
Para una adolescente que apenas comienza a tener una vida sexual activa, quedar embarazada de manera imprevista puede traer muchas consecuencias negativas en su vida. Las tensiones y el miedo a enfrentar las consecuencias de un embarazo no deseado son los impactos emocionales más fuertes.
Debemos enfrentar este caso de la manera más positiva, para ello debemos tener en cuenta lo siguiente:
1. Pensar que la joven está pasando por un momento muy difícil, estresante y que más que un regaño, necesita el apoyo de sus seres queridos para tomar mejores decisiones.
2. Es una oportunidad para hablar con ella sobre aquellos temas que nunca se atrevieron a discutir por temor, miedo ó vergüenza y con esto ayudarla a encontrar la mejor alternativa de solución para esta nueva responsabilidad y como enfrentarla.
3. Sea cual sea la decisión de nuestra hija, tenemos que respetarla así no estemos de acuerdo, pero debemos informarle los pros y contras de la decisión que está tomando.
4. Es muy importante reconocer nuestros sentimientos y saberlos comunicar sin enojo. Si necesitas ayuda para hacerlo, habla con alguien de confianza o busca asesoramiento profesional. Un tercero neutral puede ser un excelente recurso en momentos como éste.
Es normal que nos cuestionemos sobre la labor que ejercimos como padres ¿en qué fallamos? nos preguntamos reiteradas veces, el sentimiento de culpa nos invade y buscamos un responsable para esta “desgracia”. Casi siempre la causa apunta a la falta de información adecuada sobre temas de sexualidad y sobre métodos anticonceptivos, muchas veces es por la escasa comunicación efectiva que hay entre los padres e hijos.
La primera pregunta que surge es ¿y ahora qué hacemos?... Tenemos que buscar soluciones, es cierto que las emociones nos paralizan pero sin embargo debemos actuar de inmediato.
Para una adolescente que apenas comienza a tener una vida sexual activa, quedar embarazada de manera imprevista puede traer muchas consecuencias negativas en su vida. Las tensiones y el miedo a enfrentar las consecuencias de un embarazo no deseado son los impactos emocionales más fuertes.
Debemos enfrentar este caso de la manera más positiva, para ello debemos tener en cuenta lo siguiente:
1. Pensar que la joven está pasando por un momento muy difícil, estresante y que más que un regaño, necesita el apoyo de sus seres queridos para tomar mejores decisiones.
2. Es una oportunidad para hablar con ella sobre aquellos temas que nunca se atrevieron a discutir por temor, miedo ó vergüenza y con esto ayudarla a encontrar la mejor alternativa de solución para esta nueva responsabilidad y como enfrentarla.
3. Sea cual sea la decisión de nuestra hija, tenemos que respetarla así no estemos de acuerdo, pero debemos informarle los pros y contras de la decisión que está tomando.
4. Es muy importante reconocer nuestros sentimientos y saberlos comunicar sin enojo. Si necesitas ayuda para hacerlo, habla con alguien de confianza o busca asesoramiento profesional. Un tercero neutral puede ser un excelente recurso en momentos como éste.
La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y a menudo, cuando sucede, sienten pánico. Muchas de ellas, mantienen en secreto la noticia del embarazo porque temen el enojo y la desilusión de sus padres. Algunas hasta quizás se nieguen a sí mismas que están embarazadas, lo que hace que sea aún más importante para los padres intervenir y procurar atención médica para su hija lo antes posible. Los embarazos de las adolescentes se consideran de alto riesgo porque sus cuerpos todavía no han terminado su crecimiento y aún no están del todo maduros.
Conversar con la adolescente podrá ayudar a que tome conciencia de su actual situación, promover que acuda a sus controles, hacerse los chequeos mensuales y acudir al medico, sin presionar o con una actitud demandante y autoritaria. Debemos informarles sobre los riesgos tanto para ella como para el bebé en caso de fumar, consumir alcohol, una mala alimentación (comida chatarra) ó las dietas para mantener la figura. Entre los riesgos, destacan: abortos, infecciones, hemorragias, cesáreas, desnutrición, bajo peso al nacer y un índice más alto de mortalidad para ambos.
Es importante reforzar la autoestima, por ello se debe promover conductas responsables y evitar el reproche constante. Se entiende que en la vida de una adolescente embarazada el principal objetivo será el bienestar del bebé antes que los amigos, las fiestas o la moda, sin embargo ella puede cuidarse y asistir a sus actividades de socialización cuando le sea posible.
Hay que entender que el embarazo adolescente no implica “el final de la vida”, si no asumir un difícil reto con responsabilidad.
Finalmente es muy importante que ella conozca con qué métodos anticonceptivos podrá cuidarse más adelante en forma efectiva y segura. 
Si necesitas más información sobre sexualidad, puedes llamarnos al 431-5929 ó escribirnos a consejeria@apprendeacuidarte.com.pe
Si quieres que vayamos a tu colegio, institución o empresa para dar una charla puedes contactarte con comunicaciones@apprende.org
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