miércoles, 11 de enero de 2012

Calor de verano, peligro cercano.


Cada estación del año presenta diferentes riesgos para la salud y en el verano se hacen más posibles aquellos relacionados con las altas temperaturas y los hábitos que tenemos frente a ellas.

La llegada del verano puede llevar a cambios en los hábitos alimenticios. Los descuidos, la falta de higiene, la mala manipulación de los alimentos o el comer fuera de casa, son las causas principales de muchos malestares en esta época. El calor del verano aumenta el riesgo de descomposición de los alimentos, provocando enfermedades digestivas: Lávate las manos con agua y jabón antes de manipular los alimentos, no consumas alimentos que hayan estado fuera de refrigeración por más de 2 horas y si tienes una mínima duda del buen estado de algún alimento ¡tíralo a la basura!

La humedad producto del sudor es el caldo de cultivo para hongos en nuestra piel; un incorrecto secado de los pliegues de la piel o permanecer por mucho tiempo con ropa deportiva o ropa de baño húmedas provocan la aparición de infecciones en la piel diferentes zonas de nuestro cuerpo: Mantén tu piel seca, cambia tu ropa si has sudado o si te has bañado en el mar o la piscina.

Muchos decidimos por un campamento o excursión y al irnos a lugares apartados nos ponemos en contacto con vegetación, animales e insectos no habituales en nuestro medio, lo que implica riesgos de alergias, picaduras o mordeduras: Utiliza repelentes para insectos adecuados a tu piel, prefiere excusiones donde cuentes con personal a cargo de atender este tipo de emergencias.

Las actividades recreativas o deportivas bajo el sol ocasionan la deshidratación. La excesiva e indebida exposición al sol puede terminar en graves quemaduras e insolaciones que predisponen al cáncer de piel: Toma líquidos antes, durante y después de toda actividad que realices, así se evitará la deshidratación del organismo y de la piel; utiliza productos protectores e hidratantes adecuados a tu piel; evita las horas de mayor incidencia de radiación solar (entre las 11 am y 4 pm) y dúchate después de cada baño en piscina o playa para eliminar el cloro y el salitre, muy agresivos para tu piel.

Pasar el tiempo en las playas y las piscinas incrementan la frecuencia de accidentes por inmersión: Evita nadar excesivamente hasta fatigarte pues corres el riesgo de sufrir un calambre, mantente cerca de la orilla, respeta las señales de seguridad de playas y piscinas, no te sumerjas en agua hasta pasadas al menos una hora y media o dos horas después de haber comido.

Con estas precauciones en cuenta estamos seguros que pasarás el mejor de los momentos en esta temporada…


…. Feliz Verano 2012…

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