martes, 5 de abril de 2011

La masturbación

Cuando se llega a la etapa de la adolescencia empiezan los cambios físicos, emocionales y sociales. Uno de los cambios emocionales es que en las y los adolescentes aumentan los impulsos sexuales, se empieza a sentir atracción por el sexo opuesto. Esto da inicio a la búsqueda de nuevas experiencias en el aspecto sexual, desde querer saber lo que es un beso, hasta querer tocar y explorar el cuerpo de sus parejas. Para saber como hacerlo, también empiezan a tocarse a sí mismos y encuentran que tocándose ciertas zonas del cuerpo pueden sentir placer, esto es masturbarse.

Existen muchos mitos sobre la masturbación pero lo cierto es que no causa ceguera, ni que crezcan pelos en las manos, locura; o cualquier otra cosa terrible que hayas oído.
La masturbación ha tenido una mala reputación por muchos siglos, pero hoy se sabe y se le considera como algo normal y saludable para las personas, ya que puede aportar el conocimiento sensorial de las características de los genitales y las primeras regulaciones de su funcionamiento. Ello, contribuye a la desinhibición de las expresiones sexuales y permite que cada uno se familiarice con sus propias formas o modalidades para obtener placer.
La masturbación libera y alivia las tensiones sexuales que acumulan él o la adolescente; por esto, la misma práctica puede constituir una etapa de fantasía preparatoria para establecer en el futuro una relación de pareja satisfactoria.
La masturbación es una de las mejores formas de aprender sobre tu cuerpo y descubrir qué es lo que te da placer sexualmente. Esto no sólo es agradable de por sí, también hace mas fácil enseñarle a una compañera o a un compañero cómo a uno le gusta que lo(a) toquen.
Hay muchas formas de masturbarse y se puede hacer con o sin un(a) compañero(a). La masturbación mutua o en pareja es una práctica completamente segura siempre y cuando no se ponga en contacto los fluidos corporales de ambos (semen, fluidos vaginales o sangre).
No se considera como una actividad “mala” o perjudicial, si no al contrario se considera como SEXO SEGURO, ya que no hay preocupaciones de embarazo o infecciones de transmisión sexual al hacerlo; pero es importante no dejar de lado la higiene sexual necesaria en toda práctica.

El problema de la masturbación no radica en el acto masturbatorio en sí, sino en la perspectiva afectiva que le da el/la joven. En algunos casos, el exceso de la actividad masturbatoria puede producirse para evitar fuertes sentimientos depresivos o ansiosos. Si por masturbarse, se deja de realizar las actividades diarias, genera problemas en la relación con la pareja (prefiere la masturbación a la relación coital),  maneja sentimientos negativos en torno a lo que hace o si considera que lo practica de forma exagerada, compulsiva; podríamos hablar de que es dañino. No hay un número de veces para determinarlo, el daño se relaciona a las dificultades que surjan en la vida de la persona a raíz de sus hábitos de masturbación.
         En todos estos casos, podemos pensar que se trata de la expresión de serios problemas en la evolución del manejo de su sexualidad, algo que suele ocurrir en personas que arrastran conflictos sin resolver desde etapas más tempranas de su vida. Frente a estas situaciones se recomienda la atención especializada.
       
Recuerda que la masturbación es solo una práctica, no todos la encuentran interesante o agradable, no podemos catalogarla de buena o mala, ya que cada persona decide que es bueno o malo para sí, de acuerdo a sus creencias, intereses, costumbres  e ideas. 


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